ESPACIO ARTE CONTEMPORANEO de REOCIN, inaugura la Exposición de Pintura «Habla del mar marinero» de Pedro Terán Pereda. Viernes 6 de Septiembre a las 20 horas.

ESPACIO ARTE CONTEMPORANEO de REOCIN, inaugura la Exposición de Pintura «Habla del mar marinero» de Pedro Terán Pereda. Dicha inauguración será el viernes 6 de Septiembre a las 20 horas. Entrada libre. Y podrá ser visitada por el público del 6 de Septiembre al 15 de Octubre, en horario de Martes a Viernes de 17,00 a 21,00 horas y Sábados de 18,00 a 21,00 horas. Domingos, Festivos y Lunes, Cerrado.

Pedro Terán Pereda (Torrelavega, 1946)

Es un pintor autodidacta que se forjó tras sus años de estudio en Gijón y Madrid. Heredero de los cánones clásicos aprendidos de su maestro Carvajal (discípulo de De la Concha) consigue en sus obras unos efectos solo a la altura de los grandes pintores. Dado lo depurado de su técnica y el tiempo que emplea en la elaboración de sus cuadros sus citas expositivas son escasas, siendo esperadas por el público con expectación, pues saben que van a contemplar todo un espectáculo de buena pintura. También es muy conocido en Cantabria por su faceta como músico, faceta en la que ha participado en grupos como Los Zapata o Jaque Mate.

PEDRO TERAN 6SEP-15OCT 2019

Espacio Arte Contemporaneo de Reocín, (Barrio El Corro, S/N. Villapresente. Tel. 942821400 -Cantabria- E.mail.- cultura@ayto-reocin.com/ www.ayto-reocin.com / Face: Ayuntamiento de Reocín. Coordenadas: 43º 21´ 50,04” N  4º 6´ 38,19” W

LA PINTURA DE PEDRO  TERÁN  VISTA POR ANTONIO CASARES, POETA:

Por la  alquimia  de  la pintura, por amor al  arte  por el  arte,  porque si,  Pedro Terán,  transmuta el  mar en  materia  poemática,  en  sublime   expresión  de  la belleza.   Viendo  sus  cuadros vemos   más  allá  de  lo  que  vemos:   los  arcanos ocultos  tras  los velos  de las  aguas  primordiales, los vestigios de las ciudades sumergidas vislumbradas por Poe, los sueños  de Stevenson y las pesadillas de Coleridge en los versos  de El Viejo Marinero.

Sus  lienzos son,  paradójicamente, un periplo inmóvil  hacia  lo desconocido, un vertiginoso torbellino de turbadoras analogías, de inefables sinestesias que nos acercan  al desarreglo rimbaudiano de todos  los sentidos, de  insólitas correspondencias que harían las delicias  del mejor  Baudelaire. Más  allá de su representación, está el mar, su esencia,  su quintaesencia.

Como en un arrebato místico que nunca podrán mostrar las palabras, el artista quiere  expresar  -y  expresa-   la  inmensa  vastedad  de  los  mares  y  de  los océanos, que son los espejos donde nuestras almas se ven, o se quieren ver, reflejadas, porque el mar es nuestro doble humanizado y, a la vez, una manifestación sutil de lo divino.

El  pintor siente  y  nos  hace  sentir  el  mar y  lo  pinta de  tal  manera  que,  si cerramos  los ojos, oiremos el vaivén de las mareas,  el rumor acariciante  del oleaje  en  los  cantiles,  el  zarpazo   y  la  mordedura   de  las  aguas  en  los acantilados,  o  la delicada  mansedumbre  de  la  espuma  desojándose  en  las playas  abrazadas  por la luz onírica  de la poesía:  Ut pictura poesis (como la pintura, así es la poesía).

Pedro Terán  es un mago,  un mago que transforma  el mar en una cegadora sinfonía   de   colores,   en   una   deslumbrante    polifonía   cromática,    en   un esplendoroso  milagro de la música visible, en una bella metáfora de la libertad.

ANTONIO  CASARES, marzo 2017

 

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